Teniendo en cuenta que el objetivo de la investigación está orientado a indagar sobre la incidencia de las acciones sociopolíticas de los profesores en la escuela, en su formación como investigador y como la cuestión está en la práxis del profesor y se involucran procesos de mejoramiento, reflexión y transformación, resulta ser la investigación acción colectiva (IAC) la perspectiva más pertinente. Se asume la investigación cualitativa, debido a la conciencia del investigador cualitativo sobre cada práctica, material o método, visibilizando el mundo de una forma diferente, así se mantiene un compromiso por usar mas de una práctica en un estudio (Lincoln & Guba, 1999). Para Kemmis (1981), investigación acción (IA) es una ciencia práctica, moral y crítica, una forma de indagación autorreflexiva realizada por quienes participan, en este caso profesores de distintas especialidades, en situaciones como las cuestiones sociocientíficas (CSC) para mejorar: a) sus propias prácticas educativas al investigarlas; b) su comprensión sobre las mismas; y c) las situaciones e instituciones en que estas prácticas se realizan.
La escogencia como opción metodológica de la IAC se justifica desde los aportes expuestos por Botero (2012) y Prada (2008), donde con experiencias investigativas a partir de la IAC la vida puede debatirse en su propia existencia como persona y colectivo en el cuestionamiento de la modernidad occidental, con sus modelos de colonialismo, progreso y desarrollo, para el alcance de objetivos claros como la cooperación transdisciplinar a través del diálogo de saberes y la transformación de las prácticas educativas, desde la promoción de ASPyA para la formación en investigación del profesor en la escuela. En el escenario de la IAC aparecen los conocimientos colectivos, no solo los disciplinares, que confrontan el poder subordinante existente y aportan críticamente experiencias, sabiéndose en el límite entre lo ideológico del conocimiento político, social y ambiental para develar incoherencias, comenzando por las propias para llevarlos a la práctica social.
La IAC atribuye al profesor que orienta la investigación funciones para que los datos y el pensamiento sea continuamente formado, construido, sitematizado, concensuado, analizado, reconstruido y transformado, vislumbrando las orientaciones para que el colectivo transforme el problema de investigación, le compete la capacidad de devolución de los datos construidos al colectivo para ser reconstruidos y la de ser constructor de redes entre los participantes de la investigación, comprendiendo su complejidad y priorizando intereses con rigurosidad (Prada, 2008). La observación y la construcción de los datos está orientada hacia el entendimiento del pensamiento, del contexto y de las múltiples manifestaciones cotidianas del profesor en la escuela, luego, el objetivo es hacer inmersión en la realidad para luego comprenderla y transformarla. El pensamiento cuando la diversidad es su base se convierte en acción, en acción colectiva transformadora.
Se buscará a partir de las ASPyA manifiestar las alteraciones desequilibrantes que ha desarrollado la tecnociencia con su visión instrumentalista, hegemónica y doctrinal, a través del estudio de CSC, y así implicar a los participantes en una transformación, para alcanzar objetivos sociales, educativos, ambientales y políticos claros como la cooperación transdisciplinar, la horizontalidad, el diálogo de saberes, la organificación de la realidad para la transformación de las prácticas educativas, la formación en investigación del profesor en la escuela, la autonomía y la emancipación (Prada, 2008).
Los miembros del colectivo de investigación (CI) son 9 profesores de distintas disciplinas de la Escuela Campestre Monteverde en Bogotá (Colombia) de carácter oficial, 1 indígena de la comunidad Arhuaca de la Sierra Nevada de Santamarta y dos taitas de la comunidad Siona del Putumayo, con características diversas, dentro de un contexto espacio-temporal mediado por propósitos y acciones que desarrollan una red de relaciones inconmensurables que le confieren identidad.
Cada uno de los momentos de nuestra investigación implican una mirada retrospectiva, y una intención prospectiva, formando conjuntamente un mandala de conocimiento desde las CSC y las ASPyA derivadas (Figura 1), con el propósito claro de formar como investigador al profesor desde la propia escuela. Cada una de las T es un telar, a modo de cadenas de ADN, cada telar es uno de los miembros del CI, en el centro encontramos el tejido de ASPyA en la escuela creado a través del diálogo de saberes, la cooperación transdisciplinar, la horizontalidad, la solidaridad, la participación expandida. El tejido activa y transforma el profesor y la escuela, posicionándolo como un buscador de conocimiento, un investigador, para el buen vivir suyo y de lo que le rodea. Los cuatro momentos de la IA, aparecen así: planeación, en el esqueleto de nuestro ADN contiene los elementos necesarios para que el dialogo de saberes se pueda dar; acción, como una del par de bases nitrogenadas, implica cada uno de los elementos para fortalecer la argumentación y movilización desde las CSC hacia un discurso deontológico (Martinez y Parga, 2013); observación, la otra del par de bases nitrogenadas, busca registrar la acción; la reflexión, en los puentes de hidrógeno, la encontramos en todos los momentos y nos permitirá retomar, cambiar, evaluar, continuar o reconocer nuevos caminos en la investigación.
Figura 1. Mandala de IAC, una adaptación propia desde el modelo de Carr y Kemmis. Encontramos varios espacios vacíos que serán completados por el CI durante la investigación. Link mandala
Así la escuela se reconfigura como un escenario de emancipación decolonizador de estructuras, tales como las de desarrollo y modernidad. Para esto se requiere de una resistencia que como lo plantea el buen vivir o Sumak Kawsay en Quechua, precisa de una visión en que sin la felicidad de todos los seres no es posible la propia. La visión capitalista y de desarrollo es contraria a éste principio, como lo plantea Leff, 2004, no es posible encontrar una armonía cuando ganan muy pocos y pierde la inmensa mayoría, más aún cuando empezamos a ver que en esa inmensa mayoría no solo encontramos personas de todas las comunidades existentes en el planeta, sino también seres de todas las especies, agua, aire, suelos, recursos que son de todos desde una visión no antropocéntrica. Se busca sustentabilidad, desde lo político, ético- natural y cultural, con crítica, una lucha sin violencia, donde se esté atento a los distintos poderes viciosos que buscan usar para sus intereses egoístas conceptos relativos a palabras que involucran verde o ecología, hasta formas de pensamiento tan preciosas relativas al Sumak Kawsay o a la Madre Tierra.
Bibliografía
Botero, P. (2012). Investigación y acción colectiva –IAC– Una experiencia de investigación militante. Utopía y Praxis Latinoamericana. 17 (57), 31-47.
Kemmis, S. (1981). Action research in prospect and retrospect. En S. Kemmis, C. Henry, C. Hook, & R. McTaggart (Eds.), The action research reader (p. 11–31). Geelong: Deakin University Press.
Leff, E., (2004 ). Racionalidad ambiental. La reapropiación social de la naturaleza. México: Siglo XXI editores.
Lincoln, Y. S. & Guba, E. G. (1999). Establishing trustworthiness. En A. Bryman & R. G. Burgués (Eds.), Qualitative research (p. 397-344). London: Sage Publications.
Martínez, L. F. & Parga, D. L. (2013). Discurso ético y ambiental sobre cuestiones sociocientíficas: aportes para la formación del profesorado. Bogotá: CIUP.
Prada, L.E. (2008). Investigación colectiva: aproximaciones teórico-metodológicas. Estudios Pedagógicos. XXXIV-1, 157-172.